A todos los fallecidos el 11 de marzo
Ayer por la mañana se produjo una catástrofe por culpa de la banda terrorista ¿ETA?. Nadie tiene derecho a destruir vidas, y menos si son vidas inocentes de personas humildes. Esta vez, los terroristas no han ido a por un político, periodista o juez, sino que, en mi opinión, han querido hacernos pagar que le chafásemos los tentados planeados hacía tan solo unos días antes del desastre.
Los muertos rondan ahora los 200, y muchas personas han perdido a sus familiares y amigos que están ahora enterrados bajo los restos del tren. Cuando oí la noticia me asustó la visión de tantos cadáveres en las vías, y me acordé de mis familiares que están en Madrid, a los que por suerte no les ha pasado nada.
Deberíamos hacer un homenaje a todas las personas que han muerto y lo único que hacían era ir al trabajo o al instituto.
Pensad por un momento que os levantáis de la cama, dais los buenos días a vuestra familia, desayunáis y os despedís de ellos para ir a coger el metro. Y mientras vas en el vagón siguiendo la rutina diaria, oyes un estruendo y ves que todo a tu alrededor desaparece. Lo único que haces es gritar y pensar ¿qué pasa?, y luego te das cuenta de que toda tu vida pasa por tu mente: el cariño con el que fuiste criado se escapa como una paloma a la que asustan los transeúntes y recuerdas a todos tus familiares y amigos con más anhelo que nunca, luchando por recuperar esa vida que se te va y no caer en un pozo negro para no volver más a este mundo. Y darías todo por despertar y volver a estar en tu cama, levantarte y dar los buenos días a tu familia, invisible, que ahora llora y se despide de ti sobre un ataúd de pino, con tu cuerpo dentro; y tú les sonríes, pero no estás dentro de ti, sino muy lejos, y ya el mundo desaparece.
José Ángel Garrido 2º E.
Los muertos rondan ahora los 200, y muchas personas han perdido a sus familiares y amigos que están ahora enterrados bajo los restos del tren. Cuando oí la noticia me asustó la visión de tantos cadáveres en las vías, y me acordé de mis familiares que están en Madrid, a los que por suerte no les ha pasado nada.
Deberíamos hacer un homenaje a todas las personas que han muerto y lo único que hacían era ir al trabajo o al instituto.
Pensad por un momento que os levantáis de la cama, dais los buenos días a vuestra familia, desayunáis y os despedís de ellos para ir a coger el metro. Y mientras vas en el vagón siguiendo la rutina diaria, oyes un estruendo y ves que todo a tu alrededor desaparece. Lo único que haces es gritar y pensar ¿qué pasa?, y luego te das cuenta de que toda tu vida pasa por tu mente: el cariño con el que fuiste criado se escapa como una paloma a la que asustan los transeúntes y recuerdas a todos tus familiares y amigos con más anhelo que nunca, luchando por recuperar esa vida que se te va y no caer en un pozo negro para no volver más a este mundo. Y darías todo por despertar y volver a estar en tu cama, levantarte y dar los buenos días a tu familia, invisible, que ahora llora y se despide de ti sobre un ataúd de pino, con tu cuerpo dentro; y tú les sonríes, pero no estás dentro de ti, sino muy lejos, y ya el mundo desaparece.
José Ángel Garrido 2º E.
3 comentarios
Laura v. -
Monica -
desde el futuro -